+ OUR STORY

You try to find where you belong...

"—Agh... ¿qué pasó?... parece que mi cabeza va a reventar...— aquellas palabras se escuchaban en la soledad de mi laboratorio, el inmueble se encontraba lóbrego, no había mobiliario alguno. Todo estaba completamente en silencio, la simple presencia de la noche encantaba aún más la escena, lo único apreciable de aquella situación, era poder ver la plateada luz del gran astro entrar por la ventana con todo su esplendor. Mi voz no pudo emitir ruido alguno por lo que acontecía alrededor, las paredes tenían un color distinto al de la última vez que estuve allí. Todo parecía tan diferente, pero sabía en el fondo, que se trataba del sitio en donde yo realizaba mis experimentos, hace no sé cuánto tiempo. Recuerdo haberme puesto de pie, dirigiéndome hacia la ventana, la luz de la luna en mi cara hizo reflejar mi rostro en el cristal; lo que vi me dejó totalmente atónito, completamente desconcertado y fuera de mí mismo, sentí cómo mi vida se desmoronaba pieza por pieza en ese simple momento; puesto que la última vez que vi mi reflejo, éste no tenía arrugas como ahora, y mi cabello tampoco era blanco en aquel entonces. ¿Cuánto tiempo estuve dormido? ¿Qué había pasado conmigo que estaba tan extraviado, tan perdido de mi ser?... Más allá de la ventana, pude vislumbrar un paisaje, la urbe parecía espeluznante, el cielo tenía un extraño color magenta que convertía a las edificaciones en altas y horrendas siluetas de color negro. Más desconcertado no podía estar.

Mi nombre es Gregory Gretchen. Según recuerdo, soy un científico que experimentaba acerca de la genética animal y humana. Trataba de hacer un experimento, modificar la estructura genética de un humano, de modo que pudiese adaptar alguna singularidad de un genoma animal cualquiera. ¿Qué para qué era eso? No era con fines de lucro o fines de poder militar, quien sea que lea esto, no me considere como uno de esos dictadores o políticos sucios que siempre ha habido, yo solamente hacia estos experimentos como un hobbie, una simple diversión. Los humanos que eran utilizados para las pruebas, eran hombres que estaban sentenciados a la pena de muerte... o así fue al principio, antes de que las autoridades se enterasen de lo que hacía en realidad con ellos. De igual forma, nunca pudieron atraparme, quizá yo nací con los genes de una rata y por eso soy tan escurridizo como ellas, no lo sé, no quiero ver mi propia estructura genética.

Después de explorar por varios días las pocas cajas que encontré en el laboratorio que se encontraba aparentemente vacío, hallé una gran cantidad de documentos, todas eran bitácoras de distintos experimentos que realicé con antelación. Sin embargo, en cierto punto, los documentos cambiaron su estilo de escritura, su tipo de papel y también... el nombre que los firmaba. Aquello era sumamente extraño, y por tal motivo decidí hojear entre aquellos documentos hasta encontrar el último que tuviese mi caligrafía y mi firma. El papel tenía las esquinas un tanto dobladas y un poco quemadas, el polvo cubría la mayor parte de la tinta, parecía que había estado “al aire libre” por mucho tiempo. La bitácora aquella me dejó un agridulce sabor de boca, sin importar lo que la misma decía, ahora no tenía significado alguno para mí... ¿o sí?

Bitácora #201 — Viernes Primero de Diciembre de 1995.
800 horas – No he dormido en toda la noche, el tiempo pasa volando cuando llega una idea a tu cabeza. Ahora mismo, acabo de encontrar la forma de cambiar exitosamente las capacidades de un lobo a un humano. El experimento se realizará a la brevedad posible.

1500 horas – Aún es temprano y la operación ha terminado, no sé si en realidad vaya a funcionar, es la quinta vez que intento modificar el mismo segmento de ADN, sin embargo, cada vez utilizo una fórmula distinta. La operación tardará una hora en hacer efecto.

2100 horas – ¡No, no, no, esto es malo! ¡El experimento fue un éxito! Sin embargo, ha perdido el control total de su cerebro, es la réplica perfecta de aquellos seres de la noche conocidos como «licántropos», tiene una fuerza siniestra al igual que una agilidad y velocidad envidiable en todos los aspectos. Me siento sumamente orgulloso de haber logrado eso... pero ahora mismo me estoy escondiendo del ataque de la bestia, si llego a morir, quiero que mi nombre sea recordado por todos.

Fin de la Bitácora. —

Conforme iba leyendo aquella hoja, iba recordando lo que sucedió en aquel entonces... mi mano estaba completamente temblorosa al escribir el último reporte, estaba feliz y a la vez aterrado, pero no recuerdo qué pasó en realidad, no supe nada después de aquello. En ese momento tomé los siguientes reportes, aquellos que estaban en una caligrafía desconocida. En los documentos “nuevos” había bitácoras, pero solamente redactaban cosas totalmente irrelevantes y de una forma poco correcta, aquello daba pena tan sólo de leerlo, aun así, todo lo escrito en aquellas hojas resolvió totalmente todas mis dudas... dudas que aún me pregunto si debí haber intentado responder o no. Haciendo un resumen, esto fue lo que sucedió:

El mismo año en el que un servidor fue totalmente sacado de la jugada, los experimentos fueron creados por el licántropo que se llamó a sí mismo "Gazzeck", él no sabía qué hacer, pero mis bitácoras lo decían todo, las fórmulas, las estructuras moleculares y genéticas, los cambios, la forma de hacer operaciones... todo fue documentado por mí mismo, haciendo que el resto fuera un juego para el licántropo. Según lo redactado, comenzó a hacer distintos experimentos con distintos animales y distintas especies, híbridos de humano + animal o de animal + animal, todas estas cosas monstruosas eran educadas con un tratamiento de maldad pura. Logrando que el mundo entero diera un giro totalmente inesperado en tan solo diez años. Las creaciones, al tener cuerpos aún en funcionamiento, podían reproducirse como cualquier otra especie, esto llevó a una rápida producción de malignos híbridos y ahora un linaje puro de seres, los cuales se encargaban de destruir todo a su paso, absolutamente todo.

Por otra parte, el gobierno no se quedó de manos cruzadas, las organizaciones militares mundiales se juntaron para tratar de hacer frente a la pandemia que ocurría en todo el mundo a causa de dichos seres. No podían hacer lo mismo, porque no tenían las fórmulas ni cosas similares, encontrar todo aquello era un trabajo sumamente difícil y laborioso, pero por otra parte, su tecnología daba para algo más, la robótica. Androides con apariencia humana, otros tantos con apariencia robótica. Las apariencias variaban según el gusto de cada compañía mercantil, según explicaba Gazzeck, que cada vez parecía tener una mejor comprensión del mundo, de la sociedad y de su alrededor.

Una de las partes más interesantes fue la siguiente, era totalmente increíble, parecía tan solo una tontería inventada... en ese entonces no lo creí hasta que lo vi por mis propios ojos días después. Según indica el licántropo, el Dios supremo que nos dejó desamparados a nosotros los humanos por tanto, tanto tiempo, se vio totalmente reacio a los acontecimientos que surgían en La Tierra día tras día; por tal motivo, envió a un grupo de hermosos y poderosos ángeles, los cuales tenían la labor de proteger a sus creaciones, los débiles y obsoletos humanos. Con esto se armó un totalmente revuelo, a pesar de que los celestiales eran pocos, aniquilaban con facilidad a las creaciones de la ciencia, por razones más que obvias. Pero la maldad también puede resurgir... el Supremo Emperador del Infierno pensó que tendría algo de diversión al fin y envió a miles de sus demonios para que comenzara una guerra sin precedentes, una guerra sin límites y completamente fuera de contexto.

Por una parte, estaban los androides y los ángeles... mientras que por la otra estaban los demonios y las creaciones que de no ser por mí, nunca habrían nacido, y probablemente el mundo seguiría en paz...

Oh Dios... qué he hecho...

—Gregory Gretchen."