El sueño vuelto pesadilla {Libre}

Mis pasos cortos, lentos, tranquilos resonaban lentamente en la tierra de la orilla de aquel lago en el que me encontraba, tenia ganas de estar "solo" ya que en realidad no tenia nada que hacer. Los lagos de la ciudad solían estar solos así que decidí llegar al mas cercano de mi departamento para no tener pereza de volver aunque aun así tendría que caminar un buen tramo para llegar a este. Llevaba un morral color negro con un libro dentro y un termo con te de limón caliente. Camine un poco mas a la orilla del lago y estaba por suerte una banca de madera, un poco vieja por lo que alcanzaba a notar desde esa perspectiva y bueno, tome asiento de inmediato probando si no se rompía o algo por lo vieja que se veía. Suspire y coloque mi morral de lado derecho acomodándolo bien en el respaldo de la banca de madera vieja, forme una mueca de lado en mi rostro abriendo el morral para sacar mi libro y así comenzar una tranquila y solitaria lectura en plena tarde.

- "Cántico de sangre de Anne Rice:
Anne Rice nos presenta una nueva entrega de las Crónicas Vampíricas. En Cántico de sangre, Lestat, quien fuera una vez epítome de la maldad, lucha ahora contra su propia condición de vampiro anhelando alcanzar la pureza, a la vez que se enfrenta a fantasmas, leyendas, secretos y el misterio de Taltos, mientras trata de reconducir el destino de su amada, Rowan Mayfair. En esta novela culmina la fusión entre las crónicas vampíricas y las de las brujas de Mayfair, comenzada en "Merrick", donde Merrick Mayfair es convertida en Vampiro y continuada posteriormente en "Santuario", donde se convierte a Mona Mayfair, de quién está enamorada Quinn Blackwood." Hmm, interesante, esto podría ser una muy buena historia de vampiros si quisiese, pero le falta un poco mas de drama aunque bueno; si llevase mas seria exageración de dialogo. Pero me agrada.

El tiempo lento y sutil pasaba tras una tarde tranquila, decidí abrir aquel libro con una portada comprometedora con la imagen de unos personajes similares a los de mi sueño la noche anterior. Centre la mirada en la portada de mi libro y poco a poco me fui quedando dormido con los ojos abiertos, esas veces en las que te quedas fijamente observando algún objeto detenidamente y ni los sonidos ni acciones del exterior te hacen salir de ese trance. Mi respiración era lenta, pero penetrante al oído humano; mis ojos no emitían parpadeo ni lagrimeo alguno, estaba completamente dormido. A mi mente, surgieron varios recuerdos del sueño anterior. Me encontraba en una mansión con unas ropas de aquellos tiempos lejanos, de la era victoriana antigua. Aquellos zapatos elegantes, una corbata y mangas con encajes. Un pantalón fino que hacia juego con un elegante saco gris. Para lo mucho que me gustaba ese color, una pieza de vals resonaba en ese lugar. Yo en realidad, para ser honesto no sabia donde me encontraba pero si tenia curiosidad por sabes donde estaba y por que había música abajo. Por lo que recordaba, estaba en una habitación muy lujosa como en aquellos tiempos. Sonreí emocionado, ya que estoy enamorado de esa época, abrí la puerta la cual cerré al salir sin olvidarme de ello y me dirigí a las escaleras con ese elegante traje de pies a cabeza, no me quedaba tan mal. Al ir contando mis pasos vi que una mucama se encontraba limpiando por ahí, le toque el hombro caballerosamente y pregunte: "Disculpe, que es esa música? A caso una celebración?" A lo que ella me contesto inmediatamente: "Pero Lord Mc'Cont, que hace aquí arriba?, es su cumpleaños. La celebración ya se esta llevando a cabo y sus padres lo esperan junto con los invitados allá abajo." Reí como un loco ya que lo que ella había contestado había sido absurdo, pause un poco y volví a preguntar: "Como dijiste? Me perdí de algo o es una broma?" Ella sorprendida toco mi frente preocupada diciendo: "Joven Matthew, esta usted enfermo? Tiene fiebre o esta jugando conmigo? Sera mejor que baje al salón que sus padres e invitados le están esperando, ya le dije." Mas sorprendido me encontraba, la chica parecía hablar enserio y honestamente si se notaba algo preocupada por mi "salud" así que sonreí de medio lado y me disculpe. Pase por sus espaldas y me dispuse a bajar las escaleras, la verdad no tenia idea de lo que pasaba ni de con quien o quienes me encontraría ahí abajo. Ya en la sala dirigiendo mi paso al salón principal donde la mucama me había indicado, era mi fiesta de cumpleaños al cruzar la puerta del salón encontré a mi padre quien con una sonrisa de oreja a oreja me tomo en sus brazos, abrazándome con fuerza casi dejándome sin aire ridículamente besa mi mejilla y con una voz fuerte casi gritando a los mil vientos: "Matias Ilan Mc'Cont! Hijo mio! Al fin bajas, mira lo que tu madre y yo hemos preparado para ti este año, bellas doncellas que tengo para ti'' -Golpea mi hombro- ''Son las invitadas de honor esta noche!'' -Susurra a mi oído- ''Que espero al fin escojas una esposa. Ven! Vamos por ellas ahora mismo!'' -Le detengo el paso- "Papa, es Matthew y no, no deseo tener una esposa. No quiero casarme aun. Gracias por tu intento, pero espera que estoy diciendo, que es todo esto? Por que esta mama vestida así, por que están todos vestidos de gala? Por que vivimos en una mansión y tenemos mucamas, mayordomos y todo esto? Estas borracho a caso?" Sin mas mi padre da un giro y abraza a mi madre por la cintura ignorando mis preguntas, suspire, ya me daba igual gire hacia mi derecha cuando una dama postraba su mirada fijamente en mi. A lo lejos, con un vestido gris oscuro, cabello negro, ojos verdes, maquillaje sencillo, perfecta. Una sonrisa que apenas mis ojos pudieron disipar, su mirada atrapante me llamaba pero mas fue mi orgullo y ego que gire la vista hacia la fila de señoritas que me observaban. Eran las elegidas por mi padre, ninguna era de mi agrado. Solo aquella de vestido gris que aun podía sentir su mirada penetrándose en mi ser, gire de nuevo mi vista hacia ella y en efecto; seguía observándome detenidamente con esa sonrisa vergonzosa la cual le hacia ver aun mas hermosa. Al fin decidiéndome ir a hablarle escuche pasos en mi cabeza, como si gente cruzara por a lado mio pero la gente a mi alrededor iba desapareciendo uno por uno. La chica me extendió la mano y al tocarla, desperté.

- No!

Grite, ni siquiera sabia lo que estaba haciendo al fin parpadeaba. Sobe mi frente suspirando tranquilo, sonriendo de medio lado como si en realidad hubiese sentido su piel. Aun me preguntaba si la había visto alguna vez en algún lugar. No estaba seguro.